* No apto para analfabetos emocionales *

​Las Bestias No Verbales prefieren callar que hablar y mientras callan, escuchan y observan. Tienden a formular buenas preguntas que les permitan tener un margen de tiempo considerable para analizar todos los patrones no verbales de la persona que responde y entonces, empieza lo que llaman el proceso de disección.

 

Como su pulsión innata es analizar los patrones no verbales de las personas del entorno, muestran unos ojos grandes que ocupan un gran espacio de su rostro y unas orejas con pabellones auditivos amplios que les permiten recoger los matices fonéticos de las conversaciones; sin embargo, su cavidad bucal es pequeña en comparación a la de los humanos porque no hablan en exceso. Resisten sorprendentemente bien los tonos agudos y extremos y perciben micro expresiones faciales de hasta menos de un milisegundo de duración.

 

Son extremadamente sensibles al tacto y la distancia corporal entre seres humanos y ,lo más interesante, tienen la capacidad de percibir la frecuencia electromagnética que emitimos al pensar y sobe todo, al emocionarnos (que es 5.000 veces mayor que la del pensamiento… eso ya lo contaremos). ​

 

Sumamente sensibles a los cambios de postura y los movimientos de las manos, son capaces de percibir incoherencias entre el discurso verbal y no verbal con una velocidad 250 veces mayor que la de una persona normal y 500 veces mayor que la de un analfabeto emocional (espécimen que cada vez tiene más presencia en la población humana). Son magníficos detectores de mentiras y no dejan un solo segmento del cuerpo que observan sin pasar por su escáner.